La obesidad puede parecer fácil de explicar. Si una persona consume más calorías de las que necesita, aumentan de peso. Pero la verdadera explicación no es tan simple. En la pérdida de peso intervienen otros muchos factores, no sólo lo que comemos.

La obesidad es una enfermedad crónica compleja, y perder peso no es sólo una cuestión de comer menos y moverse más. De hecho, la obesidad puede ser influenciada por la genética, la fisiología, el medio ambiente, el trabajo y la educación, y lo que está pasando en nuestro cerebro.

Comprender estos factores es fundamental porque la obesidad es otra enfermedad como la diabetes tipo 2, la enfermedad cardiovascular y ciertos tipos de cáncer. Por no hablar del estigma y el sesgo que sufren millones de pacientes todos los días.

Pero con la atención adecuada, las personas con obesidad pueden lograr una pérdida de peso que realmente marque una diferencia para su salud.

La obesidad está influenciada por muchos factores dentro y fuera del organismo. Una persona podría nacer con una tendencia a engordar. Así como alguien nace con un color de ojos en particular.

También está el aspecto fisiológico. Cuando una persona come, las señales hormonales del estómago y el intestino se traducen en sentimientos de hambre reducida y mayor saciedad. Esto controla la ingesta de alimentos de una persona.

Durante la pérdida de peso, el nivel de hormonas puede cambiar en un intento de recuperar el peso perdido. Como resultado, los estudios muestran que sólo alrededor de un tercio de las personas mantienen con éxito su peso perdido.[3]

Muchos aspectos del bienestar general, el medio ambiente y el estilo de vida de una persona también pueden causar aumento de peso. El lugar donde vive una persona y la cultura que la rodea también puede influir en el riesgo de desarrollar obesidad.

Por lo tanto, aunque muchas personas con obesidad creen que deben ser capaces de controlar su peso por sí solas, no es tan fácil.

Para entender la obesidad, debemos entender lo que está pasando en nuestro cerebro. Parece que nuestros cuerpos están cableados para aferrarse a esas calorías extra, probablemente porque durante miles de años, era un básico mecanismo de supervivencia.

Por lo tanto, las personas que viven con obesidad tienen dificultades para bajar de peso. Sus cuerpos están programados para volver a su peso original. En el cerebro, es como si hubiera un interruptor que ajusta el gasto de energía de una persona hasta que haya recuperado los kilos perdidos.

Estamos tratando de identificar exactamente en qué parte del cerebro tal interruptor podría estar localizado y explorar si es algo que podríamos solventar con un medicamento. Para que un día, podamos ayudar personas con obesidad a 'restablecer' su peso a un nuevo y más saludable punto de partida.

Si tenemos éxito, podríamos ayudar a millones de personas que viven con obesidad.

Queremos liderar el conocimiento científico en el campo de la obesidad.

Prestamos gran atención a la hormona GLP-1 natural. Estamos descubriendo más y más acerca del papel que esta hormona parece desempeñar a la hora de alcanzar una pérdida de peso satisfactoria. Por ejemplo, después de que una persona finalice una comida, las moléculas de GLP-1 influyen en su sensación de hambre.

Durante años, nuestros científicos han estudiado cómo las moléculas sintéticas de GLP-1 pueden ser utilizadas para suprimir el apetito o incrementar el gasto energético. Y continuaremos analizando cómo estas moléculas pueden estimular la pérdida de peso duradera.

Actualmente estamos investigando en las siguientes áreas:

  • Reducción del peso
  • Beneficio cardiovascular

 

World Obesity Federation’s ‘Obesity Atlas 2023, March 2023. Consultar publicación en World_Obesity_Atlas_2023_Report.pdf. Última visualización 11.09.2023

Novo Nordisk. Obesity: Obesity is a serious chronic disease. Disponible en https://www.novonordisk.com/disease-areas/obesity.html. Última actualización Septiembre 2020

Mann T, Tomiyama AJ, Westling E, Lew AM, Samuels B, Chatman J. Medicare's search for effective obesity treatments: diets are not the answer. Am Psychol. 2007 Apr;62(3):220-33.